Siete tips que toda embarazada debe seguir
¿Hay algo importante que deba saber la mujer en la etapa de embarazo? Es conocido el hecho de que el peso materno pregestacional (antes del embarazo) y la ganancia ponderal durante esta etapa, influyen directamente sobre el peso fetal. Es así como el bajo peso y la obesidad materna se relacionan con recién nacidos pequeños y grandes para la edad gestacional, respectivamente.
Con la finalidad de aportar al bebé en gestación un ambiente oportuno que le permita nutrirse, crecer y desarrollarse adecuadamente, el organismo de la madre requiere incrementar sus demandas energéticas y nutricionales, por lo cual una adecuada alimentación es esencial para prevenir y evitar las complicaciones del embarazo, como un parto prematuro, defectos de nacimiento, bajo peso al nacer, etcétera. A continuación, el Médico Bariatra David Montalvo Castro, Presidente del Colegio Mexicano de Bariatría, A.C., brinda siete tips básicos que deberán tomar en cuenta las mujeres embarazadas:
1.- Calorías: Durante la gestación se produce un incremento del metabolismo, especialmente en el tercer trimestre. Esto está determinado por el requerimiento materno y fetal. El costo energético total del embarazo se estima en 80.000 kcal, equivalente a un aumento promedio de 286 kcal/día, distribuidas en 150 kcal/día en el primer trimestre y 350 kcal/día en el segundo y tercer trimestre. Estos cálculos se basan en una mujer de complexión promedio, normalmente nutrida y con feto único.
“En embarazo gemelar se recomienda un aporte calórico adicional de 300 kcal/día. En embarazadas obesas se debe efectuar una restricción, lo suficiente para lograr un aumento de peso hasta de 7,5 – 10,5 kg; la restricción calórica máxima es de 1.800 kcal/día”, comenta el Médico Bariatra.
2.- Proteínas: Los requerimientos proteicos durante la gestación se incrementan en promedio un 12%. Estos cambios del metabolismo proteico están dados por una acelerada formación de proteínas, necesaria para los requerimientos de la mamá y del feto. El aumento de la ingesta de alimentos proteicos debe considerarse cuantitativa y cualitativamente. La concentración de aminoácidos esenciales en la proteína de origen animal es considerada óptima, mientras que en la proteína de origen vegetal la concentración es un 50 a 65% de lo ideal.
3.- Hierro: Los requerimientos de hierro durante el embarazo son aproximadamente de 1 gr.
El hierro proporcionado por los alimentos oscila entre 6 a 22 mg y sólo el 20% es de origen animal. Su absorción de origen vegetal es del 1% y de origen animal entre 10 y 25%, de ahí que la suplementación con hierro en tabletas constituya una de las acciones preventivas más relevantes del control prenatal. Su deficiencia conlleva a una anemia. Su indicación va de acuerdo a los niveles del hematocrito (Un valor sanguíneo de la Biometría Hemática). Los requerimientos se aseguran con una cantidad de 60-100 mg de hierro elemental y la suplementación terapéutica en cantidades de 200 mg de hierro elemental (absorción del 10% de la dosis).
“Debemos recordar que la ingesta de hierro puede producir intolerancia gástrica, estado nauseoso, constipación y coloración oscura de las deposiciones. Para su mejor absorción debe ingerirse con estómago vacío (entre las comidas) con una bebida cítrica y evitar la ingesta con leche o té que bloquea casi totalmente su absorción”.
4.- Calcio: El embarazo produce modificaciones del metabolismo del calcio que llevan a una disminución del calcio iónico. Los requerimientos de calcio aumentan hasta un 50% (1.2 gr/día) más que en el estado pregestacional. Se recomienda un aporte extra de 400 mg/día mediante productos lácteos o calcio en forma de suplementos.
“La leche de vaca proporciona 125 mg de calcio por 100 ml, pudiendo ingerir entre 750-1.000 ml de leche diario, más otros productos lácteos adicionales, cumpliendo adecuadamente con los requerimientos necesarios para un buen desarrollo del esqueleto fetal. En aquellos con intolerancia a la lactosa se recomiendan otros nutrientes con alto contenido en calcio como carnes, yoghurt, quesos o leche con bajo o nulo contenido de lactosa y suplementación de calcio en tabletas o cápsulas”.
5.- Vitaminas: La necesidad de Ácido Fólico y vitamina D alcanza un 100% de aumento antes y durante el embarazo. En el resto de las vitaminas su mayor requerimiento es inferior al 100% (B6 y C).
El Ácido Fólico es un componente necesario para la adecuada formación del sistema nervioso del feto y de la placenta, por ello es necesario su ingesta de 2 a 3 meses antes del embarazo y durante todo el transcurso del mismo, ya sea de manera natural (hojas verdes, aguacate) o a través de suplementos, en una cantidad de 400 microgramos por día. El consumo excesivo de vitaminas, sobre todo A y D, puede conducir a un daño al feto.
6.- Toma de líquidos: Es muy importante, ya que su ingestión insuficiente puede conducir a una disminución en la producción de leche. La recomendación es una ingesta de 3 a 4 litros al día.
7.- Recuerde evitar: Dietas de reducción de peso, a menos que sea bajo la orientación y vigilancia de un Médico Bariatra Certificado. Excesos de sodio y diuréticos. Alcohol, tabaco (también el humo del tabaco) y drogas. Excesos de grasa, cafeína, azúcar y edulcorantes.
Para mayor información, llamar a los teléfonos 55241010 y 55240664 o escribir a david@montalvo.as