Un estudio informa que los lentes de contacto alteran 5,245 bacterias en los ojos
Los usuarios de lentes de contacto son más propensos a contraer infecciones oculares, eso es algo que se sabía desde hace mucho, sin embargo no se conocía con exactitud la cantidad de bacterias y variaciones a las que eran expuestas las personas.
Ahora, gracias a una reciente investigación se ha descubierto con precisión cuántas bacterias se ven afectadas o intervienen con el uso de este tipo de lentes, la cifra es elevadísima y nada alentadora.
De acuerdo con una investigación, realizada por el NYU Langone Medical Centery reportada por The Scientist, las alteraciones en las 5,245 variantes de bacterias que habitan normalmente en el ojo al insertar un lente de contacto, podría ser una de las razones por la que los usuarios de este accesorio son más propensos a presentar infecciones oculares.
Así lo afirma Maria Gloria Dominguez-Bello, microbióloga del NYU Langone Medical Center y una de las autoras principales del estudio, que presentó sus avances ante la Sociedad Americana de Microbiología:
Nuestra investigación muestra claramente que poner un objeto extraño, como un lente de contacto, en el ojo no es un acto neutral. Lo que esperamos que muestren nuestros experimentos futuros es si estos cambios en el microbioma ocular de las personas que usan lentes de contacto se debe a que la presión del lente afecta y altera de forma directa al sistema inmunitario del ojo, distinguiendo qué bacterias son suprimidas o impulsadas con su uso.
En la primera etapa de su investigación, los científicos tomaron muestras de nueve usuarios de lentes de contacto y otras once personas que no los utilizaban. Encontrando que los tipos de bacterias en los ojos de los usuarios eran casi idénticas a las que se encuentran comúnmente en la piel de los parpados y eran tres veces mayores en proporciones que las que se encuentran normalmente en los ojos de quienes no usan las lentillas.
La gran duda ahora es si estos cambios en la «fauna» de bacterias se deben directamente al contacto de los dedos al colocar el lente, o si genuinamente la integración de este objeto ajeno al ojo genera esta drástica alteración en las bacterias.