Jardines Zen: bellos, armónicos y benéficos para la salud
En nuestro mundo lleno de angustias y preocupaciones uno de los factores que más está dañando la salud de las personas es el estrés.
Contra este mal de nuestro tiempo, una técnica milenaria proveniente de oriente se está adoptando como una combinación de nuevas ideas para tu jardín y al mismo tiempo como medida de relajación: el jardín Zen.
Lo que en apariencia puede ser solo una forma de embellecer nuestro hogar, el Jardín Zen aporta beneficios interesantes para nuestra salud. Entre sus ventajas más importantes nos encontramos con que ayuda a relajarnos o a meditar mejor.
Origen
Un jardín Zen consiste en un jardín seco que tradicionalmente consta de una superficie cubierta con arena blanca (o grava), en la cual se integran diferentes elementos naturales: rocas y musgo, y también otros vegetales especialmente seleccionados.
Es un concepto que proviene de Japón, cuya historia según parece se remonta al período Nara (710-794 d.C.), cuando surgió como necesidad de crear un espacio dentro del Palacio Imperial que fuera utilizado como ayuda exclusivamente para la meditación.
Una de sus ventajas es que este jardín tipo puede adaptarse a diferentes espacios, desde una amplia área exterior hasta un canto en nuestra departamento creado con una pieza de madera rectangular como base, algunos trocitos de madera, arena blanca o grava, 3 o 4 piedritas, sin olvidar de un rastrillo pequeño necesario para alisar o diseñar.
Beneficios y propiedades del jardín Zen
Principalmente el Jardín Zen nos ayuda a relajarnos, ya que al ser conscientes del camino que podamos marcar en el jardín, y en colocar la arena o la grava, nos alejamos de las tensiones y de las preocupaciones que podamos tener cada día.
Puede ser utilizado para relajarnos o para meditar. Es útil incluso para ayudarnos a tomar decisiones cuando tenemos dudas o estamos indecisos, para tratar de encontrar respuesta a diversas cuestiones sobre las acciones a realizar ante un situación complicada, o bien encontrar la solución a esos problemas que tengamos.
También pueden ser usados para marcarnos retos, a modo de formar una especie de camino con el rastrillo, y posteriormente marcarlo como una meta que debemos conseguir.
Al necesitar de concentración para su cuidado, ayuda a generar un estado meditativo, con esto se logra disminuir la presión sanguínea, la tensión y la ansiedad, principales síntomas del estrés. No podemos olvidar que también nos auxilia en la generación de objetivos personales.
