Mexicanos pagan hasta 70% más de lo que deberían por su colchón
La cadena de intermediarios que existen entre el fabricante y el cliente final, hace que el precio de venta de un colchón premium sea inaccesible para muchos.
Miércoles 3 de febrero de 2016 — Independientemente de los materiales con los que está fabricado un colchón, se trata de un producto que, según los expertos, tiene una vida útil de entre 7 y 10 años; sin embargo, en muchos de los casos los mexicanos suelen utilizarlo hasta 20 años. La razón principal son los altos costos a los que hay que enfrentarse al momento de buscar un producto de calidad premium.
Está comprobado que pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, por lo que un colchón es definitivamente uno de los productos en los que se debería de poner mayor atención. Por el contrario, debido a los altos costos que conlleva comprar un colchón con materiales de excelente calidad en México, la gran mayoría de las personas optan por una opción más económica aunque la calidad se vaya a segundo plano.
En un artículo publicado en febrero de 2015 por la Revista del Consumidor titulado “Estudio de Calidad: Colchones”, se dio a conocer que la tecnología más demandada en México continuaba siendo la de resortes tipo Bonell, misma que en 2005 ocupó poco más del 68% de las compras 1. ¿Por qué los mexicanos no compran productos certificados de mejor calidad con tecnologías innovadoras como el Memory Foam o el Látex? Básicamente porque los precios de este tipo de colchones se van por las nubes al momento de sumar a la cadena de intermediarios que regularmente están involucrados en la industria colchonera.
“Existen muchos puntos de venta en México en donde se puede adquirir un colchón premium y las tiendas departamentales cada día adquieren más terreno; sin embargo, es ahí cuando el usuario termina pagando hasta 70% más del valor real del colchón”, menciona Guillermo Villegas, co-fundador de Luuna, startup mexicana enfocada a la fabricación, comercialización y distribución de colchones premium en el país.
El modelo convencional por el que operan actualmente los fabricantes colchoneros en México involucra:
Diseño + Licencias + Manufactura + Margen del distribuidor + Marketing tradicional + Tienda + Margen retailer + Comision vendedor + Logistica pesada. Todo esto encarece el producto y el que se ve afectado es el usuario al momento de tomar una decisión. Esquemas como el de Luuna, donde se eliminan los costosos procesos que se ven reflejados en el precio final, buscan sintetizar la cadena y al mismo tiempo renovar toda una industria: Diseño + Manufactura + Empaque del colchón + Consumidor.
“Tomando como referencia el tamaño matrimonial, un colchón premium con una tecnología semejante a la de un colchón Luuna llega a tener un precio final al público de hasta $30,000 pesos; gracias a nuestro modelo de negocio, podemos ofrecerlo en $9,900 pesos incluyendo IVA y con entrega incluida a cualquier parte de la República Mexicana. Lo que nosotros ofrecemos es un colchón premium con la mejor tecnología, a un precio honesto, eliminando a todos los intermediarios”, agregó el co-fundador de la startup.
Adicional al modelo híbrido de negocio disruptivo bajo el que opera esta empresa fundada en México, en el que el mayor porcentaje de sus ventas son a través del eCommerce (70%) y el mínimo a través del punto de venta (30%), también se han logrado reducir costos de traslado, al ser los únicos en el país que integran una tecnología que les permite empacar el colchón al vacío para meterlo y entregarlo en un caja de cartón.
“Hemos diseñado un colchón único en México que su tecnología nos permite empacarlo en una caja donde no creerías que cabe, reduciendo así hasta 4 veces sus dimensiones volumétricas y a su vez facilitar su traslado”, finalizó el emprendedor.
A tres meses de su inicio de operaciones y habiendo entregado ya más de 300 colchones en 20 Estados de la República, el día de hoy la startup busca perfilarse como la marca de descanso preferida por los mexicanos, al renovar toda una industria y ofrecer un producto 100% mexicano.
1Encuesta Industrial Mensual, INEGI, 2005.