¿Viajas a Sudamérica? Evita el contagio de fiebre amarilla

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En febrero de 2018, el Ministerio de Salud de Brasil reportó un brote significativo de fiebre amarilla, que alcanzó dos de las ciudades más importantes dentro del país sudamericano: Río de Janeiro y Sao Paulo. Hasta enero de este año, el organismo gubernamental brasileño informó que desde julio de 2017 se habían registrado 464 casos de contagio de esta enfermedad, y 154 de los infectados fallecieron.

Estos números son significativos tanto para la población en general, como para los turistas en particular, debido a las complicaciones que ocasiona su contagio. La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda, cuyos síntomas incluyen fiebre, dolores musculares y lumbares, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, y en los casos más severos, hemorragias orales, nasales, oculares o gástricas.

Otro factor de riesgo sobre esta enfermedad es que su diagnóstico es difícil, pues su sintomatología puede confundirse con enfermedades como paludismo, leptospirosis, hepatitis víricas, intoxicaciones y otras infecciones víricas, como el dengue hemorrágico.

El virus de la fiebre amarilla es transmitido por mosquitos de los géneros AedesHaemogogus, que habitan zonas tropicales y selváticas, lo que los hace especialmente riesgosos en 47 países: 34 en África y 13 de Centro y Sudamérica, siendo Brasil el país donde se han presentado mayor número de casos durante la última década de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los síntomas de esta enfermedad son tratables en la mayoría de los casos, sobre todo en situaciones donde se detecta en etapas tempranas; sin embargo, no existe una cura como tal para el virus. Por ello, la recomendación de la OMS para evitar el contagio de la enfermedad es vacunarse contra la fiebre amarilla cuando se viaje a una zona en donde existe riesgo de contagio, o a una población donde existan antecedentes de contagio de la enfermedad.

Una sola dosis de la vacuna es suficiente para garantizar la inmunidad contra la fiebre amarilla de por vida. Sin embargo, además de la vacunación, la OMS también se sugiere a los viajeros el protegerse de la picadura de los mosquitos usando repelente de insectos, usar manga larga durante el día, así como ropa de color claro.

El riesgo de contraer la enfermedad para los turistas no vacunados es el mismo tanto en zonas selváticas como rurales, e incluso en poblaciones urbanas, pues los mosquitos transmisores del virus pueden criarse en ambientes rurales y domésticos por igual.

El contagio ocurre cuando los mosquitos de la selva pican a monos portadores del virus. Estos mosquitos, a su vez, pican a las personas que se encuentran en la selva, infectándolos con la fiebre amarilla. Esta forma de contagio suele ser la más común en Sudamérica. Sin embargo, cuando las personas contagiadas por el virus se trasladan a zonas urbanas con una gran densidad de mosquitos, el riesgo de contagio aumenta exponencialmente, pues al ser picados por otros mosquitos, éstos tienen una mayor facilidad de infectar a un gran número de personas, provocando los brotes epidémicos.

Sergio Sánchez, Director de Comunicación de Passport Health México, clínica especializada en medicina del viajero, señala que ante este reciente brote de la enfermedad, todos los viajeros con destino a Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Costa Rica y Honduras, deben tomar sus precauciones antes de salir de viaje. “La vacunación es imprescindible para estar seguros en las zonas de riesgo de estos países; ésta debe aplicarse al menos 10 días antes de realizar el viaje, para que el mecanismo de acción tenga tiempo de actuar en el organismo del paciente”, explica.

 “Durante el último mes se han aplicado alrededor de 170 vacunas a turistas que visitan estos países de América, principalmente, pues en algunos de ellos el certificado médico de esta vacuna es un requisito obligatorio para poder entrar en su territorio”, complementa el directivo.

Ante el reciente repunte de infectados por fiebre amarilla en Brasil, el Ministerio de Salud brasileño ha emprendido una campaña de vacunación entre los habitantes de los estados de Río de Janeiro y Sao Paulo, inmunizando a más de 15 millones de personas. Para reducir todavía más el riesgo de contagio, el país ha comenzado a exigir el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla a los visitantes extranjeros, incluyendo a los mexicanos.

 

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