El complejo de Blancanieves: la bruja y su oscura sabiduría
Por el Dr. Alejandro Radchik
En el marco del Día de Brujas, un momento que nos invita a explorar lo oculto y lo desconocido, vale la pena reflexionar sobre uno de los arquetipos más intrigantes de la literatura: el complejo de Blancanieves. Este concepto no solo se refiere a la inocencia y la belleza de la joven protagonista, sino también al papel crucial de la figura opuesta, la bruja, que encarna los temores y deseos reprimidos de la sociedad.
La historia de Blancanieves y la malvada reina es, en muchos sentidos, un espejo de las complejidades psicológicas que enfrentamos. La bruja, con su envidia desbordante y su obsesión por la belleza, representa el lado oscuro de la feminidad, una antítesis que desafía la pureza de Blancanieves. Sin embargo, la bruja no es solo una villana; es también una figura de poder y conocimiento, un recordatorio de que la sabiduría a menudo habita en los lugares más inesperados.
En la psicología, el complejo de Blancanieves puede interpretarse como una lucha interna entre el deseo de aceptación y el miedo al rechazo. La bruja, al intentar despojar a Blancanieves de su belleza, simboliza las presiones sociales que enfrentamos, aquellas que nos dictan cómo debemos ser para ser valorados. Este conflicto no es exclusivo de los cuentos de hadas; se manifiesta en la vida real a través de la búsqueda de la validación externa y el temor a envejecer o a perder lo que se considera deseable.
Al celebrar Halloween, es importante recordar que la bruja, lejos de ser un simple personaje malvado, es un símbolo de la lucha por la identidad y la autonomía. La figura de la bruja nos invita a cuestionar los estándares de belleza y a reconocer la riqueza que reside en la diversidad de experiencias humanas. En lugar de rechazar a la bruja, debemos aprender de ella. Su poder radica en su autenticidad, en la aceptación de su propia oscuridad.
Así, en esta festividad que celebra lo macabro y lo desconocido, quizás debamos adoptar una perspectiva más amplia. En lugar de temer a la bruja, abracemos su dualidad: la belleza y la fealdad, la luz y la oscuridad. Al hacerlo, no solo reivindicamos a la bruja, sino que también liberamos a Blancanieves de la prisión de la perfección. Porque al final, todos llevamos una bruja dentro, y reconocerla es el primer paso hacia la verdadera libertad personal.
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Dr Alejandro Radchik: El doctor Alejandro Radchik Hercemberg es miembro titular didáctico de la Sociedad Psicoanalítica de México A.C. (SPM), pertenece a la Asociación Psicoanalítica Internacional, (IPA) ha sido miembro de la New York Society of Psychoanalytic, traing (IPS). Se formó como Licenciado en psicología en la Universidad Iberoamericana (UIA). Después como Psicoanalista en la Sociedad de psicoanálisis y Psicoterapia SC ( SPP). Posteriormente realizó una maestría en Psicología Clínica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). . Tomo el doctorado en Counselling psichology en la Universidad de Newport, luego, realizó el doctorado en investigación psicoanalítica (IEPP).